miércoles, 22 de mayo de 2013

A Andy Biersack...



Sé lo q quiero, sé lo q pienso, pero no sé, cómo empezar... "Quizás por el principio"-diréis, lo he pensado, no hay principio.Es un todo, un conjunto de cosas perfectas, y no tan perfectas. Es cuestión de gustos, cuestión también, por desgracia, de superficialidad. La primera vez q lo vi, me enamoré de su sonrisa, de ese gesto q hace cuando, al cantar gritando, veo su labio superior levantarse, involuntariamente, pero tan rematadamente lindo. Su voz, pasando a través de esa garganta q me acelera el corazón, retumba en mi cabeza, repito sus palabras, me deleito en cada letra q pronuncia. La forma q toma su mandíbula cuando abre mucho la boca para pronunciar bien las palabras q tanto adoro. Cuando levanta una sola ceja, tan deliciosamente, o guiña un ojo y aun sabiendo q no es por mi, me derrite. Sus ojos... q son otro mundo por descubrir, q cualquiera necesitaría más de una vida para desentrañar sus secretos q se reflejan en los brillantes hilos de cristal trenzados cual telaraña hecha con trozos del cielo. Esos mismos ojos q sin esperarlo, de un momento a otro, cambian al color verde q tendría el fondo de un estanque tras años en calma... los ojos q te atraviesan el corazón con miles de agujas, te congelan en el instante, y consiguen sacar todo el aire de tus pulmones. Contempla sus manos, delgadas, claras y finas, pero fuertes y seguras, observa cómo toma el micrófono, como extiende sus largos dedos y crea la ilusión de poder tomarlo, de q es real... Míralo cuando se aparta el cabello, de forma seca y tosca, y cuando hace el amago de apartarlo tras habérselo cortado. Admiro su don
para, no sé de q forma fantástica y mágica, conseguir q mis ojos lo vean más perfecto las veces en q deja volar mi imaginación sólo con provocar. Sí, podéis decir q estoy loca, pero vivo feliz en mi locura, y también vivo en la realidad. No es como un amor platónico, está por encima de cualquier nombre, es un ángel caído como bien dijo él una vez, es inalcanzable. ¿Y qué? Sólo necesito escucharlo, que su voz me calme cuando lo necesite, y me levante cuando no. Jamás podré olvidar lo q ahora siento, por mucho q luego, como siempre ocurre, este cálido sentimiento q me complementa desaparezca. Lo quiero, pero de una forma q no duele, q no hace más q poner una sonrisa en mis labios cada vez q lo escucho, o secar mis lágrimas sin estar realmente aquí. Ver sus ojos destellar cuando las
palabras suben por su graganta y llegan a mis oídos, eso, es lo que realmente me enamoró de él la primera vez... y aún sigue haciéndolo.




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